TENGO
EL SÍNDROME DE LA ESCARCHA
el
árbol deshojado de espíritus de clorofila
el
tronco humedecido en sus venas ambarinas
las
ramas soldadas a estructuras de soldado
la
corteza de selva fructuosa hundida
en los
párpados de la corteza invisible
Tengo
el tejido vegetal bajo cero
la copa
congelada
agotados
para siempre los caminos de plástico
la
mente verde giro-estática
se
apagó el túnel de barro
el nido
decayó en la nieve verbal
Estoy
suficiente
en
disyuntiva peristáltica
Acabados los términos linealesla periferia de los verbos
(¿POR
QUÉ PIENSO?)
Los
intestinos inventados
para
decir los agujeros del tiempo
No
quiero decir/ QUIERO
Montevideo, 4 de julio, 1995
1 comentario:
La inocencia abría nuestras puertas sublimes. Tiempo tormentoso y germinal ese que destroza y alimenta a la vez. Época celebrada en siestas y alabanzas. En flores y pinos (de tu entrada) se raleaban las selvas efervescentes que veías desde tu ventana. Te acordas? Salud por eso.. fer
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