cosidos con los dientes
-rosetas de maíz-
-caramelo soplado-
-pómulos de manzana-
que respiré un aire
lleno de infiltraciones
espías desde la
abeja, becerro, camello
agentes desde la
daga, espada, fusil
contraespionaje de
girasoles, heliotropos, incienso.
Fui de ascenso en ascenso,
perseguida y persiguiendo.
Pero descendí jugando
con círculos de humo,
-algodón azucarado-
-maní en bolsas-
-chocolatines blancos-
Fue secante el rocío
en mis mejillas de cielo convexo
y seguí contando
letras porque los números
estaban boca abajo.
Fue en esos trazos
pintados con asombro
-calesita embrionaria-
-puzzle giratorio-
-hamaca ciliar-
que ahuequé un
costado ausente
de oxígeno
y vi
-soldaditos de plomo-
-Pinocho desnudo-
-Aladino en trance-
rebosarse, henchirse
ese vacío
y sentí
-Hada Madrina-
-Peter Pan-
-Sirenita-
que una filmación
borraba
bordes de espuma
y seguí contando
letras
porque olvidé
palabras
pero ¡qué sorpresa!
fue reencontrarlas
cuando descosí
el dobladillo
de mi espalda
2 comentarios:
Muy lindo.
Un poema de la infancia, una escritura que recuerda el futuro del pasado, nada se pierde. Abrazo.
Publicar un comentario