Le quito páginas al río
y cuando digo río
escucho a los pájaros agolparse en los ramajes viscerales
para por fin desmenuzarse en el cielo disuelto
No. Le arranco páginas al río
Quiero decir –intento lo que no se puede
Detener al río no se puede
No se le pueden quitar todas las hojas al río
Detener lo escrito en el agua
Pero le quito las páginas al río
Me defino por eso. Y lo hago
Atravieso una penumbra. Pero el río es una máquina feliz.
Existe aparte de mí. No me espera ni se inmuta
y yo escribo sola
No digo –ahogada- pero pienso que el río
escribe versiones que luego desleo
sintiendo mi problema de enfoque
Igual, las páginas se escriben solas
y yo estoy sola cuando escribo
e intento quitarle páginas al río
1 comentario:
El río escribe sus propias páginas y sus palabras no hacen más que reflejar las palabras del poeta. Al final, el río, que parece tener escritura propia, no hace más que escribir en agua lo que en tinta escribe el poeta. Y por allá, lejos o cerca, el río se vuelve de tinta y, entonces, arrancar sus hojas es como querer despedazarse el alma.
♥
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