admirable pequeñez cotidiana
equidistantes de lejos y cerca
tanta materia encendida me alumbra
en la hora sólida me desvanezco
fragilidad intermitente osada
llegan los rizomas de la cabeza
a quebrar el metal cerrado siempre
dicen nunca contiene los relojes
deshabitados habitación ven
al lugar físico roca de anémonas
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