jueves, 24 de noviembre de 2011

Belvedere

Belvedere, de M.C. Escher


barco que flota sin agua
cubo imposible
veo el Belvedere sin mirar
la escalera va de afuera hacia adentro
el espacio no tiene ángulos rectos
el preso no podrá salir de su celda
cada naciente pide un río
caen las montañas para subir
tengo opaca la vista de tanta luz
los fierros derretidos
subo a la casa subterránea
se ve más alto en las profundidades
acumulo muchos rostros en el espejo
Narciso se ahoga en sus ojos
y el lago me surca con flores de Loto
encuentro muy sutil las alas sin pájaro
y el canto del mar sin notas
tengo toda el agua pero ningún recipiente
entonces inmutable allí estuvo
la casa admirada pero sin Miranda
el infeliz valiente mundo
rodea la casa
la memoria antes que el olvido
mientras tanto apagaré la luna
y buscaré el sol adentro del árbol
que me pertenece
para que busques lo que siempre encontraste
en el Belvedere posible y final

4 comentarios:

Unknown dijo...

siempre en el árbol esta la paz, la sanación, ese árbol acogedor, protector, tan tuyo, tan visceral. Me gustan muchas imágenes que me provocan ("barco que flota sin agua", "el espacio no tiene ángulos rectos", "cada naciente pide un río", "caen las montañas", "subo a la casa subterránea", "acumulo muchos rostros en el espejo", "Narciso se ahoga en sus ojos", "alas sin pájaro", etc...) La perspectiva, la poética, el contrapunto entre ambas, me encantó !!!!!

Paula Einöder dijo...

Gracias, José, por siempre aportarme tanto, sobre todo, el cariño. Fuerte abrazo.

Florencia dijo...

"encuentro muy sutil las alas sin pájaro"

Paula, adoré esta y otras imágenes de tu bello poema. Creo que es porque mis alas de gato saben de esas sutilezas.

Paula Einöder dijo...

Gracias, Florencia, por siempre visitarnos a mis poemas y a mí; aunque a veces la unión es tan fuerte, que no distingo los lindes. Adoro tus alas de gato. Quizás te las pida prestadas un día de estos. Beso.