¿Guardaespaldas quién guarda
las espaldas? Las espaldas nos guardan.
Estamos guardados,
Desprovistos, insisto,
Metidos, con nudos, bien nudos,
Apretados, los dientes y las uñas,
esos extremos que llamo pies,
que quedan tan lejos si te agachas
a buscar la tierra
que gira bajo tus pies
que son extremos,
extremadamente ajenos,
de tus manos y tus labios,
tus dientes y tu boca.
Desata, digo, desata,
como desatas un nudo,
desaprende, piensa, desaprende,
estás incrustado,
crustáceo eterno
y pétreo.
Amanece desanudándote,
visualiza tus manos,
desatando, desabrocha.
Sueña la antorcha,
fractura, descontractura,
gime, llora.
El horizonte
perdió sus tildes.
Yo corono la aurora,
y pienso en músculos
que se desatan,
en abrir los espacios,
que por complacer
cerramos.
6 comentarios:
en eso pensaba hace un rato
a ver, cuente!
ya conté
Recuerdo bien este poema y el anterior, fueron parte de una antología de poesía rioplatense que apareció por el 95, que tuvo la virtud de presentar a Paula -¡y de qué manera!-en el mundo de la literatura uruguaya.
Guardábamos (al principio),
las formas
las palabras
los árboles y espaldas
en bosque secreto
tras la verja de tu casa.
Sacábamos (siguiendo),
tu fluir dinámico
(mi compás de espera)
tu perro inquieto
por mañanas mágicas
de árbol adentro
y corazón quimera.
Contábamos (asumiendo)
sinrazones burbujeantes,
compartiendo
el intento
el momento
la bondad del tiempo
susurrado.
Iones,
comuniones y sones
(sonando silentes)
latimos bravos
vivos
y nunca más
nos vimos.-
gracias por tu poema, realmente me retrotrajo! abrazo
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