con pena pero cantando vengo
si la canción no es de nadie
entonces será mía
me la coloco en las cuerdas vitales
para invocar música de glicinas
el canto de los azahares en flor
la pena se desnuda en el pentagrama
tararea las notas del bosque
zumbidos y escamas llenan de infancia
la rayuela donde ruedo
crepúsculo de barco
guitarra de gusanos de seda
admirada isla de náufrago
tejiendo la pena con textura
oruga brota en ovillo
me abarca un pergamino de animal rojo
pandereta en busca del sentido
tristeza de piedra hasta la savia
acabados los atajos tengo el signo
melodías corporales en tanto
con pena pero cantando vengo