en esta soledad feroz
siento próximo el jardín
el llamado púrpura de las glicinas
mis ojos de marfil ensimismado
la tierra húmeda de la lluvia
el fruto débil del recuerdo
los pasos inmóviles de la araña
el pequeño trueno arrancado
de las fauces de una cueva
el gemido letárgico de la noche
la infancia desempolvada de tiempo