me caí en el trueno
nací espantada
aún sufro convulsiones
cuando la lluvia empieza desde atrás
tengo todos los tics
de los que sienten en crudo
con la piel descosida
ando a los tumbos
no doy dos pasos sin sentir
mi vulnerable diapasón temblando
el peso de mis pesados pensamientos
el plomo de días y noches
el irme quedando
en este contrapunto
de lluvia y tormenta
de suavidad y dureza
soy de las que se levantan sin andar
doy pasos de nada
caigo una y otra vez
pero no avanzo
en esta pasmosa agua seca
estéril música muda
muero espantada
el trueno cae en mí
Gusté de la hechura verbal.
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario. Abrazo
ResponderEliminarHola Paula, Thor no podria heberlo plasmado mejor. Estás profunda che, mmmm ta muy bueno, sigo echandole ojo, bacio.
ResponderEliminarTe agradezco mucho el comentario y que seas un asiduo visitante de mi blog. Abrazote
ResponderEliminar¿o el trueno es usted?
ResponderEliminar¿cómo es la cosa?
lo otro y lo mismo???
podría ser...
bss!
@laveron: quién decís que es el trueno? interesante cuestión ontológica, si las hay. beso
ResponderEliminarEste sería para mí un poema-espejo.
ResponderEliminar¿O un espejo del poema quizás?
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