sábado, 28 de abril de 2012

nacimientos III

No hay que creer para nacer: simplemente nacemos mordiendo el trueno.
Más adelante explotarán nuestras narinas y nos llenaremos de alambres para que alumbre el tallo.
Pequeños monstruos a mansalva nos crecen. Nacemos para no morir.
En eso estamos cuando la campana se retuerce en venas cerradas a cal y canto.
Pero eso también pasará: simplemente naceremos.

No hay comentarios: