domingo, 21 de diciembre de 2008

interludio XI

El camino de la poesía es un camino sin retorno. Una vez en él no hay modo de desandar los pasos. No es sólo una sensación o un sentimiento, es algo físico también, como una cadena. Ya se ha dicho antes se escribe por necesidad. No hay otro modo. El que piense distinto no es escritor. Se lleva en las venas el ser escritor aunque no se escriba una sola palabra en meses o años o no se publique nunca. Es una actitud y un albedrío. ¡Qué me parta un rayo si no! Sobrevivir es un arte para el escritor en un medio hostil como el actual donde la cultura es siempre un agregado, nunca algo central. No vender el alma al diablo es una lucha diaria y a muerte y el verdadero escritor lo sabe. Perder una batalla no es perder la guerra. Hay que escribir y escribir y no dar el brazo a torcer. También se escriben los poemas dentro de la cabeza, sin papel, y esto es parte de la creación. El punto sin retorno de la poesía. El compromiso está en ser fiel al camino ya iniciado y en continuar transitando hacia lo desconocido.